jueves, 26 de junio de 2008

Identidad musical afro

Construcción de la identidad negra brasilera a través de la ‘africanía’ musical y corporal

INTRODUCCIÓN

La reconstrucción de las identidades étnicas y raciales en tierras brasileñas se lleva a cabo en un nuevo contexto político, que reconoce los derechos culturales y territoriales de los afrodescendientes desde los años 90, pero también, y sobre todo, bajo un sistema económico global(izado): el capitalista. Así, no podemos analizar la configuración de nuevas identidades afroamericanas sin tener en cuenta este panorama.

Pongamos la lupa en la construcción identitaria en Brasil y el oído en “sus” músicas, porque de eso va a tratar este ensayo: de la (re)construcción de la cultura negra brasileña a través de los ritmos, de orígenes africanos, y los carnavales, que convierten el cuerpo en el máximo lenguaje expresivo.

Para empezar, ¿qué es la identidad? La identidad sería un ‘abrigo virtual’, en palabras de Agier: el abrigo (identidad) de uno se construye a través de otro (de ahí la virtualidad, porque es una invención), lo mismo que ocurre con la creación de una identidad cultural concreta. Así, la cultura sería una construcción social que bebe de otras etnias, muchas veces originarias, como ocurre con la etnia africana en el Brasil, en que África se convierte en un vasto contexto mestizo, que da un sentido étnico a la nueva posición social de la identidad negra bahiana y brasileña.

A finales de 1970, Brasil recupera la democracia perdida, de la misma manera que la cultura negra recupera sus raíces africanas. ¿Y qué entendemos por cultura negra? Según Sansone, “las poblaciones definidas como ‘negras’ en el Nuevo Mundo y en la diáspora caribeña en Europa han producido una variedad de culturas e identidades negras relacionadas, por un lado, con los sistemas locales de relaciones raciales y, por el otro, con las similitudes históricas (…) de su experiencia común como esclavos, y con el más reciente fenómeno internacional de la globalización de las culturas y etnicidades” (Sansone, 6).

Así, la cultura negra puede definirse como la “subcultura” de los africanos de origen y su fuerza de unión radica en un sentimiento común compartido: ser negro y ser afrodescendiente. África se convierte, pues, en un conjunto de símbolos de orígenes transnacionales y multiétnicos para Brasil, que adquiere una nueva conciencia étnica.

NACIMIENTO Y GLOBALIZACIÓN DE LA IDENTIDAD AFROBRASILEÑA

Las relaciones raciales y la cultura negra en el Brasil post-abolicionista pasan por tres periodos. Nosotros nos centraremos en el segundo y el tercero, que son los periodos de (re)surgimiento y internacionalización de la identidad afrodescendiente.

Desde 1930 hasta finales de los sesenta, el país estuvo regido por la dictadura populista de Vargas: se prohibieron el batuque y las religiones sincréticas. A partir de los 70 hasta los 80, sin embargo, el régimen pierde poder y comienza el crecimiento del movimiento negro. Este es un periodo caracterizado por la incorporación y comercialización de símbolos de la cultura negra en la imagen nacional, con lo que se retoman los orígenes africanos de la cultura afro-brasileña: la cultura y la religión negras adquieren mayor reconocimiento. Los medios de comunicación lo denominan “re-africanización de Bahía”.

Los negros brasileños comienzan a celebrar su africanía de un modo abierto y organizado. Los carnavales, que se habían suprimido de las celebraciones oficiales porque se consideraban desordenados, renacen gracias a la creación de diversas asociaciones carnavalescas. En Salvador, las más importantes a la hora de recuperar los orígenes africanos fueron la Embaixada Africana y los Pândegos da África (los Africanos Alegres). Para sus miembros, negros, África no significa un desorden, sino “organizadas exhibiciones en movimiento de la magia y grandeza de los míticos reinos africanos” (Sansone, 14).

El carnaval se convierte, en este contexto, en la expresión cultural de una nueva declaración de identidad, en gran parte porque la música se basa en los rituales religiosos afrobrasileños. Esta “carnavalización” produce un cambio radical en los valores respecto al cuerpo (negro) y a la estética.

La capoeira, danza y arte marcial, pasa a ser el deporte brasileño, gracias a la aceptación de ciertas normas morales, según las cuales se distingue entre capoeira regional, más acrobática, y capoeira Angola, más meditativa respecto a lo que significa Ser Negro. La Angola se encuentra representada entre las escuelas de capoeira abiertas en el extranjero por la nueva generación de negros brasileños. La ginga –forma de caminar balanceándose típica de la gente negra- , que hasta los años 40 podía ser motivo de sanción, como ocurría con el baile del rebolado, se populariza.

Ninguna de las dos expresiones corporales resultaba un obstáculo para la movilidad social, sino que más bien era una contribución a la modernidad brasileña.

Ilê Aiyê

El grupo carnavalesco Ilê Aiyê (Ilê, en yoruba, significa ‘casa ritual’), fue inspirador y movilizador de la africanización del carnaval de Bahía y del movimiento cultural negro desde finales de los 70, según Agier. El grupo encarnaba la tradición pura africana de Bahía y salía de un terreiro de candomblé, como ocurría en los antiguos afoxés, grupos carnavalescos de finales del siglo XIX y principios del XX que tomaban como referentes rituales religiosos afrobrasileños.

Ilê Aiyê, primer grupo afro de Bahía, aparece en 1974 en Curuzu-Liberdade, el barrio de mayor población negra del país (600.000 habitantes). Des de que fue fundada, la asociación carnavalesca ha homenajeado a los países, naciones y culturas africanas así como las revueltas negras brasileras que contribuirían enormemente en el proceso de fortalecimiento de la identidad étnica y de la autoestima del negro brasileño, popularizando la historia africana y uniéndola a la historia de Brasil, y trazando así un mismo pasado negro.

El hecho de que sea un movimiento rítmico y musical se debe a una revolución que por aquellos años se dio en el carnaval de Bahía. A partir de ese movimiento, la musicalidad del carnaval de Bahía se erige como uno de los ritmos característicos de la tradición africana, favoreciendo así el reconocimiento de una identidad bahiana, mayoritariamente negra. Ilê Aiyê, que literalmente significa “la casa del mundo de los humanos”, es clave, por lo tanto, para entender la creación de identidad a partir del carnaval.

Cuerpo y estética afro

Durante cierto tiempo, el poder de los objetos y símbolos asociados con la práctica del candomblé dependía especialmente de la capacidad de mantenerlos en secreto. Hoy, sin embargo, estos se han convertido en objetos que pueden –y deben- ser mostrados en la esfera pública. Las imágenes de los orixás, por ejemplo, se convierten así en celebridades públicas exhibidas en los carnavales y en la vida cotidiana. De este modo, al ser usados para definir la identidad étnica, los objetos religiosos son intercambiados simbólicamente.

Así, la cultura afro-bahiana está vinculada al simbolismo religioso, articulado en los platos cocinados y en la percusión musical, en que cada toque de tambor está dedicado a un santo o a una parte de la liturgia del candomblé. Durante los últimos veinte años, sin embargo, los jóvenes negros de Brasil consideran cada vez más que el hecho de participar en la cultura negra es una forma de diversión ligada a bailes sensuales, y no tanto una religión.

Vemos, por lo tanto, que tanto los objetos como los rasgos que han identificado a la cultura negra y a “lo africano” han cambiado especialmente a lo largo de estos últimos veinte años, debido a las grandes transformaciones sociales que han tenido lugar en Brasil en este periodo. Estos cambios han llevado a una expansión de los horizontes en el país, lo que permite que los jóvenes puedan pensar y sentir de forma global. Esto sucede en una sociedad que le da más valor a los estilos de vida, que van de la mano del consumo masivo.

A lo largo de este mismo periodo, la sociedad brasileña ha conseguido estar menos jerarquizada en cuestiones de clase, género y color, gracias sobre todo a la expansión de la igualdad y de los derechos individuales inseridos en el proceso de democratización, divulgados por la educación y por los medios de comunicación, como las telenovelas en televisión.

Por un lado, los jóvenes en especial creen poder superar los límites sociales, que parecían ser grandes obstáculos, por el otro, parece que crece la clase media en detrimento de la baja, hecho que pone en suspenso la idea tradicional de Ser Negro, vinculada a la clase baja y a la falta de modales.

Todo este contexto ha llevado a la población negra brasileña a la modernidad, a la asunción de nuevos rasgos distintivos por los cuales se es o no se es negro, y se es o no se es afrodescendiente, siendo esto una elección, más que una imposición.

El lenguaje del cuerpo es un campo en el cual el Ser Negro puede ser expresado o practicado de forma abierta –saludar en público, caminar de una o otra manera, bailar de una o otra manera en el carnaval y fuera de él…-. Todo ello conforma “espectáculos públicos de una (nueva) significación sensual negra” (Sansone, 30).

Del mismo modo, la cultura negra se ha hecho popular gracias a la moda Afro, llegada a Bahía a finales de los sesenta de la mano de James Brown y los Jackson Five, que se ha diversificado en el uso de turbantes y túnicas africanos, sobre todo en el carnaval, en el uso del look funkeiro de los aficionados a la música y baile electrónicos, y la imagen de los activistas negros, que incluye atributos Afro, como las gafas de sol, y africanos, con los vestidos de flores.

Todas estas costumbres negras son interpretadas y vividas en nuevos y variados ámbitos, como por ejemplo las asociaciones Afro del carnaval, los ensayos públicos de estas asociaciones, las competencias de belleza negra organizadas por estas agrupaciones así como las emisoras de radio y televisión. Asimismo, estas costumbres se entreven en los dos grandes dominios de la cultura de la Bahía afro, en que la capoeira deviene atracción turística. Tanto la capoeira como la dimensión afro/africana del carnaval de Bahía se han convertido, a la vez, en objetos de consumo omnipresentes.

Esto implica que el hecho de Ser Negro ya no tenga que ver con el hecho de ser de clase baja, debido a la desacralización de los símbolos ligados al candomblé y al renovado énfasis del cuerpo. Es esta, por lo tanto, la nueva cultura afro-bahiana: la que se centra en el color y el uso y abuso del cuerpo negro, antes que en el mundo religioso, la que conecta más y mejor con los jóvenes y la industria del ocio y de la música, que pone la tilde sobre el consumo compulsivo de hoy. En otras palabras: la nueva cultura afro-brasileña pone el acento en ser negro y moderno a la par porque el cuerpo habla.

El Ser Negro moderno, por otra parte, está asociado también a las fiestas y celebraciones como la Boa Morte en Cachoeira (Bahía), a las que asisten los turistas negros americanos, que tienen unas formas de vestir, de moverse, de hablar e incluso de razonar que atraen a muchos negros brasileños, así como a la música. Hoy en día, el reggae es el género extranjero más popular.

Internacionalización musical y cultural

Llegados los años ochenta, Brasil entra en el mercado global, lo cual implica la aceptación de la cultura negra en el extranjero, conocida como brasilidad y bahianidad.

En el campo musical, Brasil es un importante productor de música y coreografías que son editadas en la industria internacional, mientras que un pequeño pero creciente grupo de negros de clase media buscan inspiración en los negros americanos.

Los medios masivos de comunicación y la publicidad han expandido estos iconos, estos símbolos, de la misma manera que la industria musical se ha encargado de expandir la música afro brasileña (reggae y rap, mayormente), a través de una circulación Sur-Norte-Sur. Festivales de música como el Festival de Percusión Percopán de Bahía también mueven la música brasileña. Así, en la industria musical mundial, los ritmos negros tienen cada vez más cabida.

En definitiva: la cultura afro-brasileña tradicional, que solía ser más o menos local, hoy se encuentra, y cada vez más, orientada a nivel internacional. Como dice Agier, “no se trata del fin de las culturas, sino de un contexto nuevo para la creación de sentido, a partir de cierta disociación entre los lugares, las identidades y las culturas” (Agier, 21).

En este nuevo contexto, la identidad cultural se piensa desde y a través de la diversidad de “situaciones pluriétnicas”: No hay una cultura identitaria, sino más bien muchas dinámicas culturales, como ocurrió -y ocurre- en Brasil.

CONCLUSIONES

· El culto al cuerpo sustituye al culto religioso en la nueva identidad negra brasileña, y va unido a la expresión corporal que se da al bailar, así como a la música (africana) que acompaña al baile y a la estética afro que lo reviste.

· La nueva identidad negra, que se basa en la construcción de una cultura negra más estética, en un uso sobresaliente del cuerpo negro y en una relación más estrecha con la cultura de la juventud y con la industria del ocio, presenta una actitud muy diferente a los objetos negros africanos.

· Con la globalización cultural y la etnicidad local, África se convierte en un icono, un concepto.

· El intercambio simbólico a través del Atlántico negro refleja todavía antiguas jerarquías coloniales y nuevas jerarquías de culturas que entran en Brasil como consecuencia de la globalización, que está relacionada con la ‘etnicidad’.

· La música popular, así como los productos de belleza asociados a los negros, también hacen de la “re-africanización” brasileña un movimiento que mezcla tendencias y tradiciones culturales diversas.

· Turismo, televisión y medios de comunicación difunden en el mercado local y global esta nueva identidad negra, o mejor dicho, esta nueva ‘cultura negrófila’, en la que los “blancos” también juegan un papel determinante a la hora de construir sentidos identitarios.






BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

AGIER, M. (2001), “Disturbios identitarios em tempos de globalizaçao”, Mana, 7(2): 7-33.

SANSONE, L. (2001), De África a lo Afro: Uso y abuso de África en Brasil. Dakar. (Traducción al español de CEPHIS/CODESRIA).

http://www.ileaiye.org.br/index2.htm

http://www.mestredidi.org/

1 comentario:

Ivan dijo...

Muchas gracias por este ensayo, me está sirviendo para desarrollar y articular esta misma temática.
Fuerza y salud!